Si quieres recibir nuestro boletín con las novedades, indícanos tu email:
Etiquetas
EDICIONES DE INTERVENCIÓN CULTURAL
Toni Montesinos (Barcelona, 1972) es crítico literario del diario La Razón desde el año 2000 y colaborador de la revista Clarín. Autor de tres novelas –Solos en los bares de noche (2002), Hildur (2009), La soledad del tirador (2014)– y del libro misceláneo El gran impaciente. Sui cidio literario y filosófico (2005), ha recogido sus versos en Alma en las palabras. Poesía reunida 1990-2010 (2015) y en la apócrifaAntología poética del suicidio (siglo XX) (2015).
Algunos de sus ensayos sobre poesía y narrativa universales están reunidos en Experiencia y memoria (2007) y Desarticulación (2009), respectivamente, y los de carácter fílmico en Que todo en la vida es cine. Escritos autobiográficos sobre películas (2013). Por La pasión incontenible. Éxito y rabia en la narrativa norteamericana (2013), recibió el XI Premio Internacional de Crítica Literaria Amado Alonso. A todo ello se añade: La resistencia del ideal. Ensayos literarios 1993-2013 (2014) y Melancolía y suicidios literarios. De Aristóteles a Alejandra Pizarnik (2014), además de los libros de viajes Escenas de la catástrofe. Poemas y crónicas sobre Nueva York (2010), La suerte del escritor viajero. Crónicas literarias de Europa y América (2015) y Los tres dioses chinos. Un viaje a Pekín, Xian y Shanghái, desde Nue va York y hasta Hong Kong (2015). Desde el 2009 mantiene el blog de «escrituras y vivencias literarias» Alma en las Palabras.
Esta es la historia de dos músicos de Reikiavik, el pianista Hans y la violinista Hildur, y de la forma en que el azar y las etapas cíclicas de la vida –que en la novela giran en torno al número siete– se conjugan para que estén siempre juntos.
Esta es la historia de dos músicos de Reikiavik, el pianista Hans y la violinista Hildur, y de la forma en que el azar y las etapas cíclicas de la vida –que en la novela giran en torno al número siete– se conjugan para que estén siempre juntos.
Esta es la historia de dos músicos de Reikiavik, el pianista Hans y la violinista Hildur, y de la forma en que el azar y las etapas cíclicas de la vida –que en la novela giran en torno al número siete– se conjugan para que estén siempre juntos.